El trabajo auto-gestionado del Director, Camarográfo y Editor Jorge Mazurca obtuvo el premio del jurado en FIDOCS 2014 Fotografía de Jorge Mazorca |
Hay noticias buenas, otras malas y otras que muestran escenarios u acontecimientos que no nos imaginamos o que poca relevancia le damos
Leyendo la prensa regional (importante echar un vistazo de vez en cuando a los periódicos de región) me encontré con un artículo que dice por título “Filme cuenta la historia del pueblo más seco del mundo”, inmediatamente me puse a pensar, ¿y que tendrá de novedoso si ya hemos visto otras veces documentales nacionales y extranjeros que hablan de lo mismo?, es entonces cuando me auto-contesto, y que tiene de malo si se repite, o peor aun ¿estoy juzgando sin antes leer todo el articulo?, por lo tanto siendo las 4:con 05 de la madrugada, guardo el documento dejándolo pendiente y me acuesto a reflexionar sobre cuanto se realmente del norte de mi país…. Aun estoy pensando mientras escribo cuanto se, y la verdad nada, exacto lo que usted lee, no sé nada, por lo tanto decidida ahora a revisar lo que mire bien como algo mas, cobra un interés, se vuelve relevante, porque así como yo, cuantos más están en la misma situación?... seguro que varios.
Bueno siguiendo con el asunto del documental les cuento que en el artículo del “Diario el Austral, El diario de Osorno”, nos da a conocer primeramente que este estará concentrado en filmar y mostrar Quillagua, un pequeño Oasis en la Región de Antofagasta y situado a 280 kilómetros al Norte de la Ciudad de Antofagasta y a orillas del Río Loa, en la comuna de María Elena. Este Oasis se caracterizaba por que se podía producir cualquier cantidad de pasto y choclo, según cuenta al reportero uno de los pobladores, pero a su vez destaca que así como se destaco por ser un gratificante Oasis en el desierto de Atacama, hoy es el lugar más árido del planeta.
Luego de un intercambio de palabras son los mismos habitantes del poblado los que se entusiasman en contar la dura realidad en la que tienen que habitar día a día, reclamando entonces desde lo aburrido que se ha vuelto hasta de las carencias con las que tienen que verse todos los días y mientras estas narraciones surgen cuenta el reportero que ve como llega un camión aljibe a proveer de agua a los habitantes sobrevivientes del poblado.
Lamentablemente no solo se toco en las entrevistas el tema de poblado y su historia de vergel, también debe prestar atención a una realidad que no esperaba encontrar en esas zonas tan remotas, las acusaciones de consumo de drogas y delincuencia, mientras otros insisten en solo narrar los buenos tiempos del poblado cuando en ese pequeño vergel se celebraba con armoniosa alegría comiendo camarones, pejerreyes y choclos del pueblo que la contaminación doblego.
Pero vamos mas allá de los testimonios de los pobladores, preguntémonos ¿por qué filmar aquí y no en otro lugar?, para contestar esa pregunta que también se hizo el periodista a cargo de la nota, es necesario llegar al director del documental, Jorge Mazurca un joven de 29 años que nació en Honduras donde vivió hasta los 8 años y que luego en busca de nuevas expectativas viaja con su familia a Chile donde tenían familiares, es aquí donde poco a poco se fue encantando con un país lleno de matices, pero su interés por Quillagua nace tras dejarse sorprender por la situación de este poblado del cual se entera a través de Matilde Lopez, profesora de la Universidad de Chile y amiga cercana de su familia. Ella habría estado a cargo de un proyecto de crianza de camarones en el río Loa durante diez años hasta que la contaminación del río, mato literalmente el proyecto. Esta experiencia la leyó mientras revisaba una revista Paula, sin pensarlo mucho Jorge busco a Matilde para que le comentara mas detalles sobre el poblado y conseguir contactos con algunos de sus habitantes. En tiempo record empezó a moverse y logra comunicarse con Miguel Chavez, uno de los protagonistas del documental quien le indica que en Mayo se realizaría una fiesta religiosa “Las Cruces de Mayo”, entonces no había que pensar sino actuar, absorber el momento, era el tiempo preciso para grabar, puesto que la fecha estaba ya casi encima. Poco a poco con el tiempo fue viendo la realidad del pueblo al cual llego literalmente en plena celebración del festival antes mencionado y por lo tanto sobre la marcha grabando. Las grabaciones se extendieron por aproximadamente un mes, en el cual fue conociendo a la gente sus historias y sobre las mineras que poco a poco fueron apagando la vida del río.
En definitiva el rodaje del documental que se desarrollo en el 2012, tuvo al equipo viviendo en el puedo 21 días arrendando unas piezas a una familia del poblado, desayunando pan con huevo casi todas las mañanas con la señora que sale haciendo el pan con su marido en el mismo documental, salir a las calles era como vivir en cámara lenta, donde el pueblo parecía ser un poblado fantasma, poca gente, todo silencio y los habitantes casi todos de tercera edad que viven de su jubilación.
Los días pasaban entre tomas a zonas solitarias y en entrevistas de la gente que con muy buena voluntad buscaba ser escuchada para dejar su testimonio. Estas entrevistas que más bien eran conversaciones, dice el director al periodista, nacían solas, eran muy pocos los que le pedían no salir en cámara, pese a que todos sabían que no había ni una mala intención en el proyecto, el cual se fue armando solo puesto que se lego por lo apresurado del arribo, inclusive sin un guion armado es decir que es una obra hecha en el momento justo con las personas adecuadas y con mucho corazón y nostalgia.
En cuanto a la producción y financiamiento, se puede decir que se realizo con los pocos ahorros que tenía en ese entonces el Jorge, el director del Documental y arriesgando todo ya que se encontraba sin trabajo y recién había terminado de estudiar, narra Jorge al periodista que hubo momentos en los que todo lo vio bien difícil, porque al no poseer un curriculum eran escasas las posibilidades de conseguir fondos. Todo el trabajo lo hizo solo, producción, cámara, montaje, etc. La formación como fotógrafo fue lo que más le acompaño, lo que mejor le acomodo por que volvió todo mas intimo.
Lo lamentable es que pese al esfuerzo el poblado de gente de bien y solidaria con un pasado lleno de buenos recuerdos, está destinado a desaparecer con el tiempo, no hay educación ni trabajo estable, todos deben ir a la ciudad en busca de un futuro, aparentemente este registro será lo ultimo grande que tendrá Quillagua para dejar a un Chile que escasamente conoce a su propios pueblos y por lo tanto no se da cuenta cómo se van convirtiendo en fantasmas de su desierto.
Kta.
(Reportaje Original de Amelia Carvallo para el periódico regional El Austral el Diario de Osorno)
Fuente: http://www.prensaescrita.com/adiario.php?codigo=AME&pagina=http://www.australosorno.cl